Una entrada anterior les contaba sobre mis días de descanso y relajación, curiosamente en estos días he tenido tanto trabajo que no he podido descansar adecuadamente, pues la tradición del día de muertos, pese a que es una de mis favoritas, me trae consigo trabajo, pero a diferencia del resto del año, este trabajo me resulta muy desestresante y motivador, pues se trata de un trabajo completamente distinto al que acostumbro a realizar todo el tiempo.
El día de muertos en varias partes del país se celebra de forma muy similar, pero hay algunas excepciones como es la comunidad en la que vivo, aquí se lleva a cabo una representación por parte de los lugareños y algunos vecinos de los alrededores, el evento dura hasta cuatro días y durante ese tiempo salgo a las calles a seguirlos por un recorrido establecido y me pongo a grabar con mi videocamara, posteriormente me dirijo a realizar mis actividades diarias en mi negocio.
Cuando por fin llega la noche y llego a casa, la diversión inicia, pues es hora de editar el video y poder tenerlo listo al día siguiente, en ocasiones no duermo pues el proceso es lento y hay que revisarlo cuidadosamente para evitar escenas erróneas en el video final. Si bien me va, duermo un par de horas, sin contar la hora que paso como zombie tratando despertar por completo.
A pesar de todo esto, el día de muertos es una época muy agradable pues es cuando se respira el aroma a pan de muerto, flor de cempasúchil y terciopelo, las calles se llenan de caminos hechos con estas flores, iluminando el camino a esos seres queridos que se han adelantado, para finalmente llegar a la ofrenda que sus familias les han preparado.
Si a todo esto le agregamos la tradición del ahora pueblo mio, es sin duda una gran época, y por si fuera poco, cuando todo esto termina ya se empieza a respirara el aroma de la navidad junto a el sabor del ponche y los tamales de las posadas.
¡Me despido, deseándoles como siempre que los bits corran por sus venas!
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